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jueves, 14 de octubre de 2010

Rescate milagroso

"Él es quien rescata del hoyo tu vida", Salmos 103:4


¡Qué maravilloso es observar lo que ha transcurrido en estos últimos días!

El mundo entero fue testigo de un rescate milagroso en que 33 mineros quedaron sepultados en el interior de una mina en la localidad de Copiapó en el norte de Chile. Tras una larga espera de 69 días y a una profundidad de 700 metros, cada uno de los mineros pudieron salir sanos y salvos a través de una exitosa operación de rescate. Sin embargo, lo que más llama muestra atención es la cantidad de enseñanzas que nos deja este acontecimiento histórico. El trabajo en equipo y perseverancia por parte de las autoridades de Chile, la unidad de todo un país, el apoyo y deseos de éxito de más de 1 billón de personas a nivel mundial son algunos ejemplos que debemos de imitar.


Pero hay algo más profundo aún, y se trata centra en una afirmación que hace el escritor del salmo 103 en el verso 4 específicamente. "Él es quien rescata del hoyo tu vida". Muchas veces tendemos a estar en situaciones en las que no deseamos estar ya sea porque hayamos tomado una decisión errónea, o bien puede ser por nuestra inmadurez, o aún peor, por negligencia, rebeldía y dureza de corazón. No importan las razones, sientes que estás en un hoyo tan profundo que impide que tus ojos vean la salida. Haz intentado por todos los medios salir, sin embargo, todas las posibles salidas no te conducen a la tan ansiada salida. Y a medida pasan los días, meses e incluso años, tus esperanzas menguan así como tu fe; experimentas esa horrible sensación de soledad y abandono; te das cuenta que tu ánimo se encuentra desnutrido, que tus ojos no hayan orientación por la falta de la indispensable Luz que pone todo en evidencia y observas que tu realidad es no tener escapatoria.


Pero hay algo tan real y maravilloso que provoca en ti una maravillosa sensación que todo se puede revertir. Justo en el momento en el que tu fe se encuentra calcinada, ves la mano poderosa de Dios extendiéndose diciéndote "Ven, tómame, estoy rescatando del hoyo tu vida." 
Puede que hoy te encuentres en ese hoyo tan profundo que te hace infeliz o puede que estés cayendo a los niveles más bajos de gracia. No importa, Dios extiende su suficiente misericordia con el fin de darte paz, consuelo y ánimo. Así como cada uno de los 33 mineros rescatados que experimentaron la felicidad al tener libertad, Dios te ofrece HOY la oportunidad de ser redimido de las ataduras que te mantienen cautivo. Sólo acércate al Trono de la Gracia y te encontrarás con la mano de Dios arropándote de tal manera que llorarás de alegría.


¡Qué maravilloso es darse cuenta de esa realidad! Hay alguien que nos presta su oportuna ayuda para que podamos encontrar la libertad y felicidad.


La mano de Dios está siempre extendida para rescatarnos del hoyo más oscuro y solitario.
   

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